
Es el tiempo que va desde que alguien se contagia con una infección hasta que se refleja en las pruebas de laboratorio. Si una persona se ha contagiado en los días previos a la donación, cabe la posibilidad de que aún no sea detectable y haya peligro de contagio. Por eso, es importante que el donante responda de forma veraz y responsable el cuestionario.