
Para la donación de sangre es preciso tener un peso superior a 50 kilogramos. Esto es porque el volumen de sangre que se extrae en ningún caso debe superar el 13% con relación al volumen total de sangre (volemia) de la persona donante, un parámetro que depende de su altura y peso.
Por eso puede haber casos excepcionales de personas de baja estatura, que aun pesando 50 kg o más, no sean idóneas para la donación.