
Sí se puede donar sangre en el caso de la Hepatitis tipo A, una vez hayan transcurrido al menos seis meses desde la curación completa.
No se puede donar sangre en el caso de la Hepatitis C, aunque esto puede cambiar en el futuro gracias a nuevos tratamientos.
En el caso de la Hepatitis B es necesaria una analítica previa para su valoración.
Los familiares que convivan con una persona que esté diagnosticada de Hepatitis B y C, en general, en condiciones normales y si el contacto es estrecho, no pueden donar. Pero siempre es necesario consultar con el personal sanitario para su valoración.